Claudia Pérez, nutricionista.
La mayoría de las guías alimentarias y de organizaciones recomiendan un consumo mínimo de 5 raciones de frutas y verduras al día, siendo al menos dos raciones de frutas y tres de verduras. Pero a muchos les parece complicado incorporarlas a su dieta y a pesar de sus numerosos beneficios, hay a quien le cuesta consumirlas.
Ojo a estos ‘tips’ para comer más fruta y verduras:
- Elaborar platos con una presentación vistosa. Si la comida no te entra por los ojos difícilmente te apetecerá probarla.
- Los platos deben tener sabor. Se asocian las verduras con los hervidos y con platos con poco sabor y no es así. Esto es fácil de cambiar si añadimos especias y salsas saludables y utilizamos otros métodos de cocinado, aparte de los hervidos, como la plancha o el horno.
- Es importante dejar la fruta y la verdura donde se pueda ver, es decir, que al abrir el frigorífico tengamos a la vista las frutas y las verduras y no alimentos poco saludables. Una idea es tener pelada y cortada la fruta con antelación y así está lista para comer en cualquier momento.
- Probar nuevas recetas saludables en las que se introduzcan verduras y hortalizas y, por qué no, también frutas. Ten en cuenta que las patatas y el maíz se consideran cereales por su contenido calórico.
- A los más pequeños de la casa, lo mejor es no obligarles a tomar aquellas frutas y verduras que no les gustan sino introducir aquellas que sí son de su agardo. Para que vayan probando nuevos alimentos, se pueden ir añadiendo aquellas que no les agraden mucho en pequeñas cantidades junto con las que sí les gustan.
- Dar una oportunidad a aquellos alimentos que en su momento no nos gustaron. Los paladares cambian.
- La motivación e iniciativa de querer mejorar los hábitos alimentarios son clave para aumentar el consumo de verduras y frutas.
- Puedes añadir fruta en el desayuno, en el almuerzo, en la merienda… Muchas frutas como la ciruela, el melocotón, o la uva son fáciles de transportar y de comer en cualquier lugar y momento.
- Es fundamental planificar un menú para la semana e ir variando para no cansarnos de tomar siempre lo mismo. La improvisación no es la mejor amiga de unos hábitos saludables.
Nunca olvides que el consumo de frutas y verduras ayuda al mantenimiento y reducción del peso, así como a mejorar el rendimiento cognitivo y a reducir la incidencia de depresión. Además, gracias a su efecto antiinflamatorio y a la disminución del estrés oxidativo que producen, previenen las enfermedades cardiovasculares como la hipertensión y algunos tipos de cáncer como el de pulmón, el de vejiga, el de estómago y el colorrectal.
¡No hay excusa para no comer frutas y verduras!