Los productores y exportadores hortofrutícolas de toda España confían que el nuevo equipo de la Dirección General de Sanidad de la Producción Agraria del MAGRAMA (Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente), encabezado por Valentín Almansa de Lara, sea capaz de liderar el urgente cambio que necesita el registro de fitosanitarios de España y resolver algunos de los problemas que arrastra desde hace años, y que están minando la competitividad del sector exportador hortofrutícola español.
Por este motivo, representantes de PROEXPORT por parte de la Región de Murcia y de las principales zonas productoras de España se reunirán mañana viernes con el nuevo subdirector general de Sanidad e Higiene Vegetal y Forestal, José Antonio González Martín.
Este encuentro está enmarcado en plan de trabajo solicitado por los productores al director general, para intentar resolver algunos de los principales problemas que el deficiente funcionamiento del registro origina. “A pesar de ser España el principal productor y exportador de la UE, el funcionamiento de nuestro registro es el más lento. Mientras que Reino Unido tarda 12 meses en registrar un producto fitosanitario, Francia 15 meses y Holanda 17, en España esperamos más de 60 meses, lo que provoca que durante más de 3 años los productores de esos países puedan disponer de herramientas contra las plagas que nosotros no tenemos”, declara el responsable técnico de PROEXPORT, Abelardo Hernández.
“Además mientras todos los países de nuestro entorno han encontrado formulas para reducir el problema de la falta de fitosanitarios en los cultivos menores, España no”, asegura Hernández. Por este motivo, cultivos que por sus características cuentan con superficies de plantación reducidas, no tienen ninguna herramienta que permita luchar eficazmente contra las plagas más destructivas. Por ejemplo, en España no hay ningún producto autorizado contra el mildiu para rúcula.
Se estiman en 79,5 millones de euros las pérdidas por retraso en el registro de productos para la protección de las cosechas. En este sentido, los productores hortofrutícolas consideran que sin duda el trabajo que queda por hacer es inmenso, porque hay que recuperar varios años de tiempo perdido, pero confían en que el nuevo equipo sea capaz de enderezar la dirección y para ello le ofrecen todo su apoyo y colaboración.
La falta de herramientas para la protección por el retraso de una autorización en el registro de fitosanitarios implica que no puedan desarrollarse productos englobados en los denominados “cultivos menores”, que para las empresas asociadas de PROEXPORT representan una facturación de 120 millones de euros.