El resultado de la Comisión de Peticiones que acabamos de celebrar es muy positivo para el sector español y murciano", ha calificado el director general de PROEXPORT, Fernando P. Gómez Molina al término de la comparecencia celebrada en Bruselas este martes. "Hemos metido un gol por la escuadra a la Comisión Europea porque se dará traslado de una Orden, para que definitivamente reforme el sistema de precios de entrada, que tanto daño ha hecho a la producción hortofrutícola europea".
El compromiso logrado ante la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo se concreta en plantear una cuestión oral en Sesión Plenaria y dar traslado a la Comisión de Comercio Exterior y a la Comisión de Agricultura para que se adopte la reforma de los precios de entrada. "Europa por fin nos presta la atención debida y toma en cuenta esta cuestión como un problema real para la producción hortofrutícola europea", ha asegurado Gómez.
Además, "es una muy buena noticia el apoyo que hemos recibido tanto de los europarlamentarios españoles del Partido Popular Europeo (PPE) como del Partido Socialista Europeo (PSE). Esta unión es ejemplo para llevar a cabo cualquier iniciativa de reforma con todo el apoyo del legislativo".
MOTIVO DE LA COMPARECENCIA
La reforma de los precios de entrada de las importaciones de frutas y hortalizas de la Unión Europea ha sido el objeto de la comparecencia de este martes, 9 de noviembre, ante la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo, en Bruselas, por parte de miembros de Fepex. El director general de PROEXPORT, Fernando P. Gómez Molina, acompañó en la comparecencia a Jorge Brotons y José María Pozancos, presidente y director de Fepex, respectivamente, con el objetivo de trasladar a los europarlamentarios la necesidad de modificar la actual normativa europea. El grupo de productores-exportadores españoles presente en Bruselas se reunió además con miembros del Grupo Popular Europeo y Grupo Socialista Europeo, con la intención de mostrar la postura de la agricultura comunitaria.
Además, FEPEX ha informado ante la Comisión de Peticiones sobre la falta de actuación de la Comisión Europea para la modificación del Reglamento (CE) n° 1580/2007 en lo relativo al régimen de precios de entrada y la necesidad urgente de su reforma, puesto que “es el único instrumento que puede garantizar que se respeten unos precios mínimos en el mercado comunitario para evitar el hundimiento de los mercados en determinados periodos, con consecuencias destructivas tanto para la renta de los productores comunitarios”, ha destacado Fernando Gómez.
Este régimen se aplica a la generalidad de las frutas, tanto de hueso como de pepita y los cítricos y a hortalizas como tomate, pepino, alcachofa y calabacín, por lo que su modificación implicaría un cambio en la legislación actual y los sistemas de control de las importaciones.
PROCESO DE SOLICITUD A LA UE
La comparecencia ante la Comisión de Peticiones ha permitido que siga adelante el proceso iniciado por FEPEX para que se modifique este régimen, que se inició con la presentación con la denuncia ante la OLAF por las importaciones de tomate de Marruecos en 2004. La OLAF confirmó la existencia de fraude en las importaciones y la defensa de esta postura se ha mantenido en múltiples foros por parte de todos los productores comunitarios afectados como en el Comité Mixto Hispano-Francés, el Grupo Europeo de Tomate y en múltiples escritos remitidos a la Comisión Europea.
El 22 de julio de 2009, FEPEX presentó una reclamación ante el Defensor del Pueblo Europeo en la que denunciaba que la Comisión Europea no había adoptado las medidas necesarias para evitar el fraude en la aplicación del régimen de precios de entrada a las importaciones de tomate procedentes de Marruecos.
El Defensor del Pueblo Europeo decidió trasladar esta petición sobre la modificación del Reglamento de precios de entrada al Parlamento Europeo, siendo admitida por la Comisión de Peticiones, que es el órgano competente.
“Es precisa la reforma urgente del Reglamento relativo a los precios de entrada puesto que su ineficacia esta incentivando la venta a pérdidas en los mercados de la UE, con consecuencias muy negativas para los productores comunitarios y para la propia UE por la pérdida de ingresos que implica”, concluye Gómez.
