Los procesos de control del agua de lavado de hortalizas en postcosecha han sido objetivo de la jornada celebrada hoy en Proexport, organizada en colaboración con Citrosol. Mabel Gil, investigadora del Grupo de Calidad y Seguridad de Alimentos Vegetales del Departamento de Ciencia y Tecnología de los Alimentos del CEBAS-CSIC, ha destacado que sin estos procesos de desinfección del agua de lavado sería imposible obtener productos como los de IV Gama.
En su ponencia, bajo el título “El lavado higiénico de frutas y hortalizas”, Gil ha señalado que el lavado es una etapa común en la manipulación postcosecha y procesado de frutas y hortalizas en la que la superficie del producto se limpia, pero donde el agua de lavado, si no está adecuadamente tratada, puede ser una fuente de contaminación. La investigadora del CEBAS-CSIC ha destacado la necesidad de realizar esta desinfección del agua de lavado y ha detallado las medidas que se están adoptando al respecto en la EFSA.
Por su parte, Benito Orihuela, director científico de Citrosol, ha explicado que con los sistemas que su empresa ha desarrollado, no solo pueden lavarse los productos hortofrutícolas en condiciones higiénicas sin producir subproductos de la desinfección, como los cloratos, si no que se controlan podredumbres postcosecha tanto de los pimientos como de los tomates, con eficacias que alcanzan el 100%.
Responsables técnicos de las empresas asociadas a Proexport han participado en esta jornada cuyo objetivo ha sido, además de conocer métodos alternativos de lavado de hortalizas que no estén basados en el uso de cloro como desinfectante principal, profundizar en las bases científicas, efectos, ventajas e inconvenientes del lavado en podredumbres postcosecha.