Las empresas Agrimur, Almerca, Mercagrisa, Agrocazalla, Hortisa, Soltir, Agrodolores, Hortofrutícola 3 Puentes y Subasur comercializan una gama hortofrutícola de calidad mediante el sistema de subasta

Las alhóndigas, también denominadas ‘corridas’ o ‘subastas’, son centros de contratación pública en origen donde la oferta hortofrutícola de los agricultores concurre diariamente con la demanda de compradores y distribuidores, fijando sus precios mediante un sistema de subasta a la baja, que es transparente y confiable para todas las partes. Es un sistema muy consolidado, que complementa y convive en el sector con otros modos de comercialización y que es ampliamente utilizado para la compraventa de determinados productos hortofrutícolas.

En la Región de Murcia y comarcas cercanas operan una quincena de alhóndigas, sobre todo en el Campo de Cartagena, Valle de Guadalentín y en la Vega Baja del Segura. La mayoría de ellas están adheridas a la Asociación de Productores-Exportadores de Frutas y Hortalizas de la Región de Murcia (Proexport): Agrimur, Almerca, Mercagrisa, Agrocazalla, Hortisa, Soltir, Agrodolores, Hortofrutícola 3 Puentes y Subasur.

Como señala Mariano Zapata, presidente de Proexport, «en la Asociación forman un comité sectorial específico desde el que promueven la cooperación empresarial entre sí y con el resto de asociados, acceden a información de productos y mercados, invierten en la mejora de servicios, difunden sus buenas prácticas agrícolas y ambientales y juntas desarrollan acciones para mejorar la reputación del sector». Zapata hace una invitación expresa a las alhóndigas que no se han asociado todavía a que lo hagan y contribuyan a hacer más sólido el sector.

Sin duda, las alhóndigas son una parte fundamental del sector agroalimentario, pues como apunta Ángel García, gerente de Soltir, «hacen fuerte al sector y a la Región, ya que promueven la comercialización y distribución de productos locales, de nuestros pueblos y comarcas, generando efectos positivos en la sociedad y en la economía familiar de cientos de agricultores que optan por este sistema de comercialización».

Entre los clientes de las alhóndigas destacan los mercados mayoristas de España, Portugal e Italia, la industria del congelado y del procesado de alimentos, exportadores hortofrutícolas, intermediarios comerciales y distribuidores nacionales y extranjeros. Además de en Murcia y Alicante, las alhóndigas tienen una fuerte implantación en Almería y en Bélgica.

Cómo se fijan los precios en una subasta

El sistema de subasta se distingue por fijar precios de forma muy ágil y transparente. Los agricultores transportan a su alhóndiga la producción que quieren comercializar cada día. A la entrada se realiza el pesaje y control de calidad para mantener la trazabilidad y el perfecto control del origen de toda esta producción comercializada. El producto es después expuesto en el almacén donde puede ser revisado por corredores y compradores con total libertad.

¿Cómo funciona la subasta? A una hora determinada se realiza la subasta mediante fijación de precio a la baja. Compradores directos (exportadores, mayoristas, distribuidores, procesadores de alimentos,…) y, sobre todo, corredores que compran producto por cuenta de aquellos acceden a la subasta. Una vez que esta comienza, cualquiera de ellos puede en cualquier momento parar el precio, que va descendiendo progresivamente, llevándose así la partida elegida. En una subasta hay varias paradas o ‘cortes’ hasta que se remata todo el producto disponible. El agricultor cuya partida ha sido subastada conoce el precio de forma inmediata y recibe el pago correspondiente en el plazo acordado, descontando los distintos servicios prestados o contratados con la alhóndiga.

Físicamente, la subasta suele hacerse en una sala específica, es dirigida por un técnico de la alhóndiga y el precio se refleja en pantallas visibles para todos los participantes. También puede realizarse a la manera tradicional, de viva voz en un corro cerca del producto que se está subastando.

Otros servicios que prestan las alhóndigas

«Las alhóndigas tenemos el reto de mejorar nuestra competitividad, de ofrecer servicios de valor y de continuar generando un espacio de negocios seguro y muy confiable para agricultores y compradores nacionales y extranjeros», explica Simón Conesa, director general de Agrodolores.

Entre los servicios adicionales a la intermediación comercial que son demandados por el agricultor y que muchas alhóndigas ofrecen a precios competitivos se encuentra el transporte del producto desde la explotación, garantías y herramientas de cobro, alquiler de envases, asesoramiento técnico de calidad y medioambiental, manipulado y acondicionamiento de producto, digitalización o formación agronómica y comercial.

Qué productos comercializan

Según datos de Proexport, en el último año la Región de Murcia se comercializaron a través de alhóndigas cerca de 200.000 toneladas de hortalizas y frutas de unos 2.800 agricultores. De ellas, 164.000 toneladas (un 82% del total) son comercializadas por las alhóndigas asociadas a Proexport. De todos los productos, el pimiento tiene una mayor comercialización, ya que representa casi la mitad del total, seguido a distancia por el brócoli y la alcachofa.

 

Artículo publicado en el diario La Verdad el 31 de julio de 2024

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