Productores de espinaca de Murcia, Alicante y Almería, obtentores de espinaca, fabricantes de fitosanitarios, procesadores de IV gama nacionales e internacionales, representantes de la administración regional, AEPLA y PROEXPORT, han analizado la situación fitosanitaria de la espinaca en España, llegando a la triste conclusión de que producir espinacas en España es más difícil que hacerlo en otros países de la Unión Europea.
Representantes de todos los eslabones de la cadena de producción de espinaca, participaron en Lorca en la Jornada sobre patología en espinaca, organizada por Rijk Zwaan (productor mundial de semillas de espinaca) y Natures Way Foods (procesador británico de ensaladas de IV gama). En la misma tuvieron la oportunidad de ofrecer su visión sobre el futuro de este cultivo en el sureste español y analizar los principales problemas con los que se enfrentan. Los procesadores de espinaca para IV gama plantean que el futuro tengan que verse obligados a desviar parte de las compras que actualmente hacen en España a otros países, debido a los problemas de control de enfermedades que origina la falta de fitosanitarios autorizados en el cultivo.
Por su parte, los productores de espinaca reclamaron de forma unánime al Ministerio de Agricultura la necesidad de activar, de una vez, el Procedimiento de Ampliación de Uso de Fitosanitarios a los Cultivos Menores, ya que este sistema, que funciona desde hace años en otros países de nuestro entorno, permite disponer de suficientes herramientas para luchar contra las enfermedades del cultivo y obtener producciones con la calidad que demanda el mercado. También destacaron el malestar que origina entre los productores, diversas restricciones arbitrarias al uso de fitosanitarios, que dificultan enormemente el control de enfermedades como el mildiu (Peronospora farinosa), que origina pérdidas crónicas de cultivos superiores al 20%.
Por su parte, los productores de semilla advirtieron que la falta de control de esta enfermedad, pone en riesgo la disponibilidad de semillas para futuras campañas, ya que no son capaces de seleccionar variedades resistentes con la misma velocidad con que el mildiu supera las resistencias de las plantas.
La conclusión de la jornada fue la del compromiso de todos los participantes a intentar explicar a los responsables del registro de fitosanitarios, de las cadenas de distribución europeas y a la sociedad en general, la profesionalidad y tecnificación alcanzada en la producción de este cultivo, y de la necesidad de disponer de suficientes herramientas de lucha contra las enfermedades que le afectan y de poder hacer un correcto uso de ellas, cumpliendo estrictamente la normativa y bajo criterios técnicos de eficacia y sostenibilidad.