Roberto García Torrente
La Región de Murcia, modelo de sostenibilidad en la producción de alimentos
En el Planeta cada vez somos más las personas que lo poblamos y, en la misma medida, cada vez demandamos más bienes y servicios. Durante los últimos cien años el crecimiento y desarrollo económico ha estado basado en la explotación de los combustibles fósiles, que se habían acumulado a lo largo de millones de años.
Pero en la actualidad urge encontrar fórmulas de crecimiento y recursos alternativos, que sean más sostenibles y que nos permitan mitigar y adaptarnos a los efectos del cambio climático.
La Bioeconomía ha surgido como una fórmula en la que intentamos aprovechar todos los conocimientos técnicos para maximizar la captación de la energía que nos proporciona el sol. A partir de ella podremos obtener una gran parte de los productos que necesitamos para mantener un adecuado nivel de vida.
El sector agroalimentario murciano ha demostrado ser uno de los más eficientes a nivel global para obtener una elevada cantidad de alimentos, con un reducido empleo de recursos escasos como el suelo y el agua. Generando un elevado nivel de empleo y de riqueza. Y sus empresas agroalimentarias han reducido el desperdicio y la pérdida de los coproductos de las actividades principales, mediante la valorización por distintas vías. Desde la transformación en alimentos procesados hasta la extracción de componentes que pueden ser aprovechados por otras industrias.
La Región de Murcia tiene una superficie total de 1,13 millones de hectáreas, de las cuales el 39 % están dedicadas a la agricultura y el 19 % son espacios naturales protegidos.
Para poder aprovechar todo el potencial productivo, el agua ha sido siempre el factor más con condicionante. Actualmente hay unas 142.582 hectáreas de regadío que consumen 531.117 hectómetros cúbicos anuales. Gracias a la gran eficiencia conseguida, la Región de Murcia representa sólo el 2,6 % de la superficie agraria española y consume el 3,6 % del agua de regadío. Pero es capaz de generar el 5,1 % del valor de la producción española, siendo una de las principales provincias en productos tan relevantes como los cítricos, tomate, pimiento, sandía, melocotón, porcino y caprino, y líder nacional en la producción de lechuga, brócoli, limón, uva de mesa, melón, alcachofa, albaricoque y almendro.
Entre la actividad primaria y la industria alimentaria se da empleo a más de 107 mil personas y genera una actividad económica que supone el 10,2 % del total regional.
En comparativa provincial, la Región de Murcia ocupa el segundo puesto como exportadora de alimentos, por detrás de Barcelona, con un valor que se ha aproximado a los 5.000 millones de euros en 2018. De los cuales 3.200 millones han correspondido a frutas y hortalizas. Asimismo, el dinamismo del sector ha permitido que haya sido una de las que mayor crecimiento demográfico ha presentado en los últimos 20 años, pasando de los 1,18 millones de habitantes en 2000 hasta los 1,48 millones en 2018.
Sin lugar a dudas la Región de Murcia es una tierra de oportunidades que acoge a personas que vienen de todas las partes del mundo en busca de mejoras en su calidad de vida. El futuro está lleno de retos y en la medida que seamos capaces de ir superándolos, podremos seguir mejorando todos.
El agua seguirá siendo el factor más crítico. Y el sol nuestro gran aliado. Seguir optimizando la transformación de los recursos en alimentos y otros bioproductos es la vía más directa para aprovechar la energía que nos facilita el sol.
La desalación del agua de mar, enlazada con el desarrollo de la producción de energía con instalaciones fotovoltaicas, va a ser una de las principales vías sobre las que se apoyará el futuro crecimiento de la agricultura murciana. Y en esta línea deberemos trabajar para conseguir una sociedad más sostenible y mejor.