Cuando tus bisabuelos, tus abuelos y tus padres se han dedicado a la agricultura, tú no te imaginas haciendo otra cosa, y que no sea con la familia. O al menos eso es lo que le pasó a Juan López, presidente de Pozo Sur SL, quien el pasado viernes 3 de diciembre fue elegido vicepresidente de Proexport durante la Asamblea que celebraron sus asociados en Murcia.
De su infancia no recuerda ni un momento en el que no se trabajase, de hecho en su cabeza resuena un día en el que, ya oscureciendo, su padre les dijo “vámonos a casa ya, que es domingo”. Algo que ya venía de otra generación, pues atribuye a su abuelo la frase “mientras descansamos, pelamos la almendra”. ¿Cómo iba a ser trabajo algo que se hacía “sentado al fresco y platicando”?
Con 14 años Juan se lanzó al negocio en solitario, dejó el colegio (el graduado escolar lo consiguió al terminar la mili) y plantó sus primeras 4200 matas de tomates. Sembraba así el germen de lo que hoy es Pozo Sur SL, una empresa que ha crecido gracias a su esfuerzo y el de toda su familia- pues sus hermanos Mario y Cristobal, y su cuñado Juan, no tardaron en sumarse y son las otras piezas clave del negocio- pero también a muchas horas de dedicación. En el caso de Juan, sobre todo durante los años en que hacía las veces lo mismo de gerente, que de director comercial, de responsable de recursos humanos o de contable, “lo que tocase”. Siempre con el apoyo fundamental de su mujer, Ángeles, que se ha hecho cargo de la casa, de sus hijos y de cubrir sus ausencias para que éstas pareciesen menos, mientras él se dedicaba por completo al negocio, cosechando frutos que recogen hoy en día.
También de casta le viene la vena innovadora. Su padre decidió dar un paso más a lo que hacían sus abuelos y él eso lo ha llevado al extremo: “¡cómo iba a competir en el sector, si no ofrecía algo distinto!”. A lo largo de su vida ha trabajado el esparto, la almendra, las alcaparras, y ha tenido que ir “adaptándose y cambiando de productos cuando dejaban de ser rentables”. Lo cuenta como si fuera algo sencillo; pero no lo es y, de base, esa capacidad de adaptación es la que ha marcado el éxito de Pozo Sur.
Basten como prueba de su apuesta decidida por la diferenciación algunos ejemplos: han sido pioneros en materia de trazabilidad de los productos, donde gracias a las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías, hace mucho que sus productos cuentan en su etiquetado con un código que cualquier consumidor puede escanear para conocer todo el proceso por el que han pasado desde que fueron cultivados, junto con los análisis multirresiduos, y el conteo de fauna auxiliar donde justificaban los tratamientos aplicados (si los había o no).
Además, también fueron unos adelantados en el empleo de plantas huésped utilizadas, por ejemplo, para atraer a los insectos vectores de las plagas que atacan a los frutos y plantas, facilitando su detección temprana y su lucha posterior con insectos beneficiosos. Una guerra de bichos buenos contra bichos malos. Esto es algo que siguen haciendo y que les “enorgullece mucho”.
Juan ha sido propuesto por el nuevo presidente de Proexport, Mariano Zapata, para ocupar la vicepresidencia de Proexport: hay una confianza mutua entre ambos y Juan, a pesar de sus muchas ocupaciones, no pudo decirle que no.
Afronta esta oportunidad con carácter e ideas renovadas, pero continuista en la acción, pues considera que “en los últimos años se han conseguido grandes logros en nuestra Asociación de los que se ha beneficiado todo el sector agrario y se debe seguir esa línea”. Afirma que Proexport es una “asociación unida, que funciona de verdad, con unos comités sectoriales muy fuertes alrededor de una gran diversidad de empresas y eso hay que mantenerlo”. Claro que “siempre tratando de crecer y con el optimismo de querer hacerlo cada día un poco mejor”.