Este estudio, redactado por el Catedrático Victoriano Martínez, ha sido presentado a la Junta de Gobierno de la Comunidad de Regantes del Campo de Cartagena. El mismo señala que es necesario “evitar que se tomen medidas arbitrarias y sin justificación científica”. Precisamente porque “se pone en riesgo el empleo de más de 40.000 familias”, según informaron fuentes de la Comunidad de Regantes en el comunicado. Añaden que “la agricultura de regadío en el Campo de Cartagena es la actividad más importante de la Comarca, siendo su estratégica para garantizar la alimentación de la población”
En el informe se resalta la “delicada situación” por la que está atravesando la situación medioambiental del Mar Menor. Por lo que “hace necesaria que las medidas implantadas tengan una efectividad contrastada y cuantificable”.
El catedrático de la UPCT indica que es necesario y urgente evitar la entrada de nutrientes al Mar Menor. En base a esto indica que las actuaciones a corto plazo son “las únicas que tienen capacidad de disminuir el aporte de nutrientes, por lo que son de carácter prioritario”. Aquí se incluyen las actuaciones para interceptar el flujo subterráneo de nutrientes a través del acuífero cuaternario; así como las destinadas a facilitar la conducción de escorrentías asociadas a intensas precipitaciones directamente al Mar Menor. De esta forma se minimiza la interacción con las explotaciones agrarias y el consecuente arrastre de nutrientes y residuos.
Por otro lado, el informe destaca que las acciones a medio y largo plazo son complementarias a las anteriores. Estas están enfocadas en: generalizar la práctica de la fertirrigación y ajustar su programación en base a la demanda de nutrientes de cada fase de cultivo; o mejorar la programación de riego con registros de la humedad gracias al uso de sensores.
El investigador concluye que para el tiempo necesario para revertir la situación es variable, y que debe priorizarse la ejecución de aquellas acciones a corto plazo con efectos inmediatos.